domingo, 25 de octubre de 2015

Creí que sabia







En esta entrada reuniremos las tres lecturas que hemos utilizado para las últimas tres estradas de mi blog, “Ideas y Creencias” de Ortega y Gasset, el escrito “Creer, saber y conocer” de Luis Villoro y “Psicología colectiva de las cosas” del auto Fernández Christlieb. Como podemos ver todo gira en torno al tema de las ideas, las creencias, las percepciones que tenemos como sujetos en relación a lo de afuera, a lo conocible e interpretable.


En la primera lectura mencionada se escribe sobre las principales diferencias que existen entre tener una idea y una creencia, explica el autor como una idea se “tiene” y una creencia se vive. Habla como tú como persona sostienes tus ideas, argumentas sobre ellas y como una creencia te sostiene a ti como persona, te tiene de pie donde crees fervientemente estar.


En palabras de Ortega y Gasset, en su libro Ideas y Creencias: “Las creencias constituyen la base de nuestra vida, el terreno sobre que acontece. Porque ellas nos ponen delante lo que para nosotros es la realidad misma. Toda nuestra conducta, incluso la intelectual, depende de cual sea el sistema de nuestras creencias auténticas. En ellas vivimos, nos movemos y somos. Por lo mismo, no solemos tener conciencia expresa de ellas, no las pensamos, sino que actúan latentes, como implicaciones de cuanto expresamente hacemos o pensamos. Cuando creemos de verdad en una cosa no tenemos la idea de esa cosa, sino que simplemente contamos con ella”.

En pocas palabras una idea esta aparte, la vemos como algo ajeno a nosotros, nos lo preguntamos y cuestionamos. Cuando tenemos una creencia simplemente la vivimos, no cuestionamos nada de ella. El autor da un ejemplo en su lectura de como un sujeto equis da por sentado que cuando salga de su casa todos los días ahí estará la calle, explica como esta persona no tiene la idea de que este la calle esperándolo día con día, cuenta con que la calle esta. No se cuestiona nada sobre esto, simplemente vive sin preguntarse si cuando salga estará la ciudad en la que vive.

Una compañera del ITESO menciona lo siguiente sobre el tema: “Pero ¿qué son las ideas y creencias según Ortega y Gasset?, las ideas son una elaboración del hombre surgidas de la imaginación, son construcciones mentales surgidas de la conciencia misma, estas ideas integran el pensamiento, que no necesariamente reflejan la realidad externa del ser; las creencias se definen sistema integrado de ideas y pensamientos producto de la explicación de la realidad, en donde surge el proceso de comprobación, es decir, explicación de la realidad producto de la ciencia.” El articulo completo lo pueden encontrar aquí: Ideas y Creencias.

Otra cosa que menciona en su trabajo: “En cambio, las ideas, es decir, los pensamientos que tenemos sobre las cosas, sean originales o recibidos, no poseen en nuestra vida valor de realidad”. Como la teoría de la relatividad, o el teorema de Pitágoras o la teoría de la evolución, podemos debatir sobre estos pensamientos pero no los vivimos como realidades.

Por tanto en nuestras creencias vivimos, nos desarrollamos y somos; estas forman y moldean nuestra realidad, nuestro mundo, lo que vivimos. Cuando en realidad se cree en algo, ni siquiera se piensa en ello, simplemente como ya lo decíamos lo damos por sentado.

Después de todo habla un poco sobre la duda, mencionando que en la duda también se está, se vive, nos desarrollamos sobre ella. Es lo mismo que la creencia, la única diferencia es que en la creencia vemos algo seguro y confiable, y en la duda todo lo contrario, nos genera inseguridad e inestabilidad. El autor lo menciona como un abismo, es en lo que no confiamos, en pocas palabras es lo que nos da miedo, lo incierto. Gasset nos dice que la duda no es un “no creer”, más bien es un “creer que no”.

Estos problemas de las creencias, que podemos visualizar como huecos que nos generan inestabilidad, buscan ser rellenados con pensamientos para poder brindarnos la estabilidad que se puede llegar a perder con la duda.

Después vemos con otro autor, Luis Villoro, diferentes maneras de ver la relación que existe entre el creer y el saber. Nos dice en primera instancia que el creer puede ser visto como el opuesto al saber, creer se explica cómo tener algo por verdad, esta verdad en tu realidad, por esto se puede relacionar con las ideas que nos presentó Ortega y Gasset. Y saber es tener algo igual, por verdadero, pero si estar seguro de esto, por tanto se puede decir que el saber implica creer pero no necesariamente a la inversa.


Luis Villoro nos dice en su escrito, “Creer, saber y conocer”: “Si tomamos creer en su sentido más general significa simplemente tener un enunciado por verdadero o tener un hecho por existente, aceptar la verdad y realidad de algo, sin dar a entender que mis pruebas sean o no suficientes.  En este sentido general, saber implica necesariamente creer, pues no se puede saber sin tener, al mismo tiempo, algo por verdadero”.

Otra compañera, Melissa Stone menciona sobre este tema lo siguiente: “Se nos habla que el “creer” es lo contrario del “saber”; el tener una creencia es no estar cien por ciento seguro de si es real, al contrario que saber es un hecho que nos consta y que podemos defenderlo justificadamente. El creer está muy relacionado con la suposición y con la incertidumbre”. El articulo completo lo pueden encontrar en este enlace: Creer, Saber, Conocer por Luis Villoro.

Entonces las creencias que consideramos verdaderas las llamamos “saberes”. Una creencia básica necesita de fundamentos y argumentos para poder ser llamada saber. Pero creer en algo y que esto sea verdadero no es suficiente, como a continuación nos explica Luis Villoro:

“¿Basta con eso? Si creo en algo y esto es cierto ¿no puedo decir en todos los casos que se? No en todos. Podría resultar que mi creencia fuera cierta por casualidad, porque acertara sin proponérmelo siquiera o sin tener conciencia del porqué de mi acierto. De una persona que crea en algo sin ningún fundamento, sin razones que justifiquen su creencia, o bien que crea por livianas o equivocadas razones, no diré que sepa, aunque resulte por azar verdadero aquello en que cree”.

Si crees en algo y por azar es verdadero esto no es conocimiento, pero en mi punto de vista estas definiciones se meten con la “verdad”, en la antigüedad se creía en el dios del agua, y esto en su momento y a sus ojos era verdadero, en su tiempo esto era un saber. Ahora nos damos cuenta que esto simplemente era una creencia por su carácter de falsedad, pero esto nos puede pasar a nosotros también podemos pensar que “sabemos” tal cosa pero a lo mejor en unos años o siglos se darán cuenta de que nuestros saberes eran simples creencias.

Después continuamos con nuestro tercer autor, Chriestlieb, el cual en su lectura habla sobre los objetos y las percepciones que tenemos de ellos, en sus palabras “la percepción y la sensación es percatamiento de objetos”, los objetos los define como ajenos a quien percata, en otras palabras independientes de un perceptor, por lo tanto son reales, ahí están independientemente de nosotros. A continuación se ve como habla el autor sobre la percepción y la manera en la que él ve la relación entre esta y el objeto.
 
En palabras de Fernández Christlieb en su libro, “Psicología colectiva de las cosas”, dice: “Un objeto es algo, lo que sea, que opone resistencia, esto es, que se declara extraño, ajeno, diferente a quien lo percata: por eso se llama objeto, porque objeta, pone objeciones. Así, cualquier cosa, idea, imaginación, de la que uno se da cuenta, es un objeto. Sentir un objeto, de donde deriva tanto la sensación como el sentimiento, es percatarse de que algo pasa aquí, muy cerca, dentro de este lado de la mirada y del oído; percibir un objeto es percatarse de algo allá, lejos, fuera de uno. Pero si no había objetos, no había nada que percibir ni que sentir, por lo que no habría percepciones ni sensaciones”.

Para poder percibir es necesario que exista un objeto separado del que percibe, el autor menciona que la percepción genera un distanciamiento entre el objeto y el sujeto. Por esto dice que entre más pasa el tiempo existen más objetos que percibir y entre más de estos existan más distancia existirá entre este y el sujeto.

Mi misma compañera Melissa Stone menciona lo siguiente en su blog sobre dicho tema: “Ahora, la percepción de las personas es cuando nos damos cuenta de algo, de aquí Fernández Christlieb nos habla de los objetos, cosas que son ajenas a la persona que las percibe, y como en la Edad Media no existían muchos objetos la gente no vivía con esa percepción de las cosas según explica el autor, hasta el año mil más objetos empezaron a aparecer en el mundo haciendo que la gente ya no encuentre tan maravillosos estos objetos.” Encontramos el articulo completo en este enlace: La percepción a través de los tiempos.

Podemos ver estos múltiples objetos, como lo conocible, lo que está ahí para que nos hagamos de ese conocimiento. Por esto nos podemos preguntar si en realidad lo que tiene carácter de creencia en verdad existe. Si lo que creemos no necesariamente es verdad, como dice Villoro, entonces no tiene un objeto al cual anclarse por tanto no es real, de manera física, pero si es real para el que lo cree.

Hablando de esto no todo lo conocible puede ser percibido, esta palabra haciendo referencia a los sentidos. Muchas cosas que podemos llegar a saber o conocer, no podemos verlas tocarlas, olerlas, etc. Pero esto no hace que no sean reales. Entonces el que no podamos conocerlas no quiere decir que no existan, por lo tanto quizá se pueda creer en ellas y confiar en que sean verdad.

En otro blog, Juan Antonio habla sobre este tema, citando de manera muy interesante trabajos del filósofo, Platón, menciona que ninguna imagen expresa adecuadamente la verdad. Esto quiere decir que ningún pensamiento imaginado, o sea que no tenga fundamentos no puede ser considerado como conocimiento.

Juan Antonio nos dice lo siguiente en su artículo: “El conocimiento perfecto que Platón llama noesis, en griego tendría que poder comprenderlo todo perfectamente. Para eso no puede fiarse de ninguna creencia que hayamos sacado de la imaginación. Puede partir de los mismos supuestos que la ciencia, pero en vez de darlos por sabido y ponerse a deducir cosas desde ellos debe preguntarse qué son”.


Por tanto podemos decir que quizá en la actualidad no podamos llegar a conocer algo como tal, ya que si vamos preguntarnos más y más a fondo las cosas, como en un bucle de preguntas infinitas, tarde que temprano llegaremos a una o miles que simplemente no tengan respuesta. Puedo concluir que la verdad hasta ahí, existen “objetos” que podemos llegar a conocer, pero por lo pronto no somos capaces de “saber” y hacer nuestro en su totalidad este conocimiento.

Fuentes:
Antonio, J. (s.f.). Teoria del conocimiento, Platon. Obtenido de http://cavernisofiasegundaplanta.blogspot.mx/2011/10/creer-y-saber-teoria-del-conocimiento.html
Christlieb, F. (s.f.). Psicologia colectiva de las cosas.
Gasset, O. y. (s.f.). Ideas y Creencias .
Villoro, L. (s.f.). Creer, saber y conocer.


1 comentario:

  1. Muy buen trabajo José Daniel. Yo te preguntaría, ¿podremos llegar a conocer algo como tal? ¿Podríamos despojarnos de nuestras creencias y significados para coner algo "como tal"? Seguiremos avanzando con estas preguntas...

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